Reflexiones desde Tierra Santa
Otra triste Navidad
Es difícil creer que otro año esté por terminar y que ya estemos en la época de Adviento. La Navidad está a la vuelta de la esquina, y debo admitir que la magia de la temporada sigue inspirando, haya guerra o no. Hace unos días, los Jefes de las Iglesias de Jerusalén emitieron una declaración en la que llamaban a los fieles a celebrar de forma modesta la Navidad, centrándose en las ceremonias religiosas y en el verdadero significado del nacimiento de nuestro Salvador. En mi opinión, ¿no debería ser éste el mensaje de todos los años? Supongo que la guerra continua y su impacto devastador en todos los habitantes de Tierra Santa fue el detonante de la declaración, con más de 45.000 muertos desde el comienzo de la guerra y más de 100.000 heridos. Es sin duda un momento para mirar atrás, pero sobre todo para mirar hacia adelante. Pronto dejaremos atrás la guerra y debemos empezar a planificar no sólo la reconstrucción de las estructuras físicas, sino, lo que es mas importante, el alma humana. Tenemos que abrirnos camino hacia adelante para volver a centrarnos en los valores cristianos perdidos durante la guerra. A menos que podamos centrarnos en el perdón, la coexistencia, el amor, la paz, la paciencia, la bondad, la humildad, la compasión y la honestidad, entre otros muchos valores, el camino que nos espera será largo y difícil. Esto no significa subestimar el poder de la oración para conducirnos hacia un futuro mejor.
El Adviento es ciertamente un tiempo de espera y preparación para la celebración del nacimiento de Jesús en Navidad. Celebrar al Adviento es un tiempo de oración, ayuno y arrepentimiento, seguido de anticipación, alegría y esperanza. ¿Cómo podemos seguir teniendo esperanza en medio de tanta destrucción, matanza y odio? Sin duda, depende de cada uno de nosotros, guiados por el espíritu de este tiempo, seguir adelante y centrarnos en el futuro. Un futuro que debemos a las generaciones venideras. No será fácil, pero sí posible. No olvidemos que ésta no es la primera guerra en nuestra región, y hay que decir que la Iglesia siempre está ahí en los momentos oscuros para ofrecer apoyo, oración y, lo que es más importante, esperanza.
Durante las últimas semanas, y a petición de Su Beatitud el Cardenal Pizzaballa, muchos de mis colegas del Patriarcado Latino han estado trabajando diligentemente en un informe titulado «Emergency Aid Appeal Report» (Informe sobre el llamamiento de ayuda de emergencia) para destacar la labor de la Iglesia durante el pasado año como fuente de apoyo y faro de esperanza para tantas personas que sufren. Se estima que más de 140.000 de nuestros hermanos y hermanas han recibido ayuda por diversos medios desde el comienzo de la guerra, incluido el 100% de la comunidad cristiana de Gaza, y un 30% estimado en Cisjordania. No estamos ahí sólo para la comunidad cristiana, sino para cualquiera que esté sufriendo. Además, nos comprometemos a mantener nuestro apoyo en todas las categorías mencionadas en el informe durante el tiempo que sea necesario. Les insto a que lean el informe, al que pueden acceder a través de este enlace https://online.flipbuilder.com/LatinPatriarchate/pcnw/, y les ruego que sigan rezando mientras lo leen.
Como personas de profunda fe y esperanza, deseamos hacerles llegar nuestros mejores deseos para las fiestas navideñas y rezar para que el año 2025 traiga tiempos mejores a nuestra herida y sangrante Tierra Santa. Gracias por todo su apoyo y, por favor, sigan rezando por sus hermanos y hermanas que sufren en Tierra Santa. ¡Feliz Navidad para vosotros, vuestros colegas y vuestros seres queridos de parte de todos nosotros en Tierra Santa!
Sami El-Yousef
Director Ejecutivo