NAZARET - El 8 de junio de 2024, en la Basílica de la Anunciación, Su Beatitud el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, presidió la ordenación sacerdotal del diácono Basel Baransi, de la parroquia de Reneh, que estuvo marcada por la participación de numerosos obispos y sacerdotes.
Basel, de 27 años, es hijo de un herrero y una ama de casa. Tiene dos hermanos y una hermana. Completó sus estudios académicos en la Escuela del Patriarcado de Reneh y después de terminar sus estudios secundarios solicitó ingresar en el Seminario de Beit Jala. Comenzó su camino hacia el sacerdocio con otros siete jóvenes, pero fue el único que permaneció y fue ordenado sacerdote para la Diócesis de Jerusalén. Nos informó que su deseo de convertirse en sacerdote nació gracias al P. Elías Aoude, quien sirvió a la parroquia de Reneh durante muchos años con gran amor y esmero, lo que hizo nacer en él el amor a Dios y a su pueblo, llevándolo a dejar todo atrás y consagrar su vida.
Para la ordenación, el diácono debe elegir un sacerdote que sea su padrino, para que lo acompañe espiritualmente. El padrino también pronuncia la homilía en la primera misa del nuevo sacerdote, ofreciendo conocimientos espirituales y consejos pastorales para su nueva misión. Basel eligió al P. George Ayoub, jefe de la Sección Árabe de la Secretaría de Estado del Vaticano, que también es de la parroquia de Reneh.
A primera hora de la mañana, los fieles se reunieron con el corazón alegre en la plaza de la Iglesia y en las calles de Nazaret para dar la bienvenida a Su Beatitud el Cardenal acompañado por Basel Baransi, que iba a ser ordenado diácono. Al sonar las campanas de la Iglesia, comenzó la ceremonia de ordenación.
En su homilía, el Cardenal Pizzaballa enfatizó el papel del sacerdote en el cuidado del rebaño amándolo y siendo imagen de Jesús: "Para llegar a ser como Jesús, el Buen Pastor, tu corazón debe estar unido al suyo, así como al corazón de la comunidad. Ciertamente, cuando la gente se encuentre contigo, verá tu humanidad, pero también deben ver el amor de Cristo a través de tus palabras y acciones".
En un ambiente de asombro, oración y lágrimas de alegría, el diácono se postró para ofrecer su vida a Dios. El clero y los fieles comenzaron a rezar las Letanías de los Santos, un momento sagrado de oración, donde a la Iglesia se unen las intercesiones de los ángeles y santos ante el trono de Dios. Luego, los obispos y sacerdotes participan en la imposición de manos sobre la cabeza del diácono, simbolizando la unidad del cuerpo sacerdotal. Después de vestirse con el hábito sacerdotal, Su Beatitud el Cardenal ungió las manos del diácono con el Santo Óleo Crismal, signo de consagración al ministerio sacerdotal, y le entregó el pan y el vino, que ofrecerá en el altar durante el resto de su vida.
Al día siguiente, domingo 9 de junio de 2024, el P. Basel Baransi celebró su primera misa solemne entre los miembros de su parroquia y del pueblo de Reneh. El desfile scout comenzó en la entrada del pueblo, donde todos se reunieron para saludar al nuevo sacerdote y dar gracias a Dios.
Al comienzo de la misa, el P. Ibrahim Shomali, párroco de Reneh, dio la bienvenida a todo el clero, a los dignatarios locales y a los invitados de honor, que vinieron a celebrar la concesión de la Autoridad Pastoral a su hijo, el nuevo sacerdote.
En su homilía, el P. George Ayoub, recordó al P. Basel la Palabra de Dios de que ya no es él quien vive, sino Cristo en él, a través del don del Espíritu Santo, y le aconsejó que permanezca en Cristo, que lleve sin cansancio la fragancia de la santidad, a lo largo de todo su servicio sacerdotal.
Al final, el P. Basel Baransi, expresó su sincero agradecimiento a todos los que lo acompañaron durante sus estudios en el seminario, especialmente a su familia, y a todos los que trabajaron con ahínco para asegurar el éxito de su ordenación.
Explicando el significado de su lema sacerdotal "Con amor eterno os amo" (Jeremías 31,3), dijo: "He elegido este versículo para recordar el amor de Dios que me ha llamado a ser sacerdote y a encarnarlo continuamente a aquellos a quienes sirvo. Porque donde está el amor, allí está Dios".