El 28 de septiembre de 2024, la Iglesia Católica celebró la 110ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, centrándose en las dificultades a las que se enfrentan las personas desplazadas por la fuerza o que buscan una vida mejor en tierras extranjeras. Por ello, se celebró una misa en la Sala de Notre Dame de Jerusalén, para los migrantes y solicitantes de asilo cristianos católicos que forman parte integrante de la Iglesia de Jerusalén.
La Misa fue presidida por Mons. Rafiq Nahra, Vicario Patriarcal de Galilea, junto con el P. Matthew Marcel Coutinho, SDB, Vicario Patriarcal para los Migrantes y Solicitantes de Asilo, en presencia de varios sacerdotes diocesanos. En unidad de fe, rezaron, compartieron sus luchas y alegrías, y se inspiraron mutuamente para ser testigos del amor de Dios en medio de los desafíos a los que se enfrenta el país. El tema de este año, «Dios camina con su pueblo», fomenta un enfoque «sinodal» en la Iglesia y en el mundo, recordándonos que Dios camina con nosotros hacia nuestro hogar celestial.
En su homilía, Mon. Rafiq expresó su alegría por reunirse para rezar por los migrantes y solicitantes de asilo en Jerusalén en medio del conflicto en curso, diciendo: «Rezamos por todos los afectados por la guerra.» Reflexionó sobre el mensaje del Papa Francisco para 2024, instando a la Iglesia a contemplar su «naturaleza inherente» como pueblo peregrino que viaja hacia el reino de los cielos.
Monseñor Rafiq señaló que los desafíos a los que se enfrentan los migrantes revelan lo bueno de las personas, independientemente de su fe, afirmando: «La forma en que alguien trata a los extranjeros es una prueba de la autenticidad tanto de sus cualidades humanas como de su fe.»
Advirtió contra el sectarismo, señalando que los celos de los discípulos en el Evangelio reflejan un profundo deseo de exclusividad, que se opone a la naturaleza inclusiva de Dios, como se muestra en la primera lectura: Él «infundió su espíritu a todos». Recordó a los fieles que no deben dejarse llevar por el miedo, destacando cuatro verbos utilizados por el Papa Francisco que resumen el acto de inclusión: «acoger», «proteger», «promover» e «integrar.»
Concluyó con palabras de consuelo: «Cuando las cosas se vuelven difíciles a nuestro alrededor, debemos recordar que nuestras vidas están en manos de Dios, y que todas las cosas cooperan para el bien de quienes aman a Dios y son llamados según su propósito.» Animó a todos a ser testigos del amor de Dios y a buscar su protección y fortaleza en la fe.
La Misa estuvo marcada por la Oración Universal pronunciada en diversas lenguas de las distintas naciones presentes, así como por los himnos cantados a lo largo de la liturgia: una bella ilustración de la Palabra de Dios, que proclama: «Todas las naciones que has creado vendrán y se postrarán ante ti, Señor, y glorificarán tu nombre» (Salmo 86:9). Tras la Misa, se celebró un programa cultural en el que todos compartieron sus diversas tradiciones, fomentando el aprecio por las culturas y costumbres de los demás.
El P. Matthew expresó su gratitud a todos los asistentes y participantes por su dedicación en la conmemoración de este día, a pesar de las dificultades.
Descripción general del Vicariato VMAS
El Vicariato para los Migrantes y Solicitantes de Asilo (VMAS) fue creado en 2018 por el Patriarca Latino, el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, para administrar los asuntos y proporcionar atención pastoral a los trabajadores cristianos migrantes y solicitantes de asilo. Algunos estiman que el número total alcanza los 100.000, repartidos en diferentes ciudades del país. En su mayoría proceden de Filipinas, India, Sri Lanka, partes de África, América Latina, Ucrania, Rumanía, Polonia, Vietnam y China. Los solicitantes de asilo proceden de Eritrea y Etiopía. Muchos trabajadores migrantes dejan atrás a sus familias en busca de un futuro mejor, y consiguen empleo en hogares o en la agricultura y la construcción. Se enfrentan a diversos retos, pero el Vicariato trabaja incansablemente para apoyarles, a través de diversos programas y guarderías para los niños.